Dios te habla… (parte 5)

Deja que tu trabajo sea un reflejo de tu vida en mi. Sígueme, entra sin darle ningún pensamiento a esos campos donde se realizan mis obras. Los frutos de mi Espíritu son amor, gozo, paz, paciencia, gentileza, bondad y fe. Lleva a cabo tus tareas con una canción de alegría en tus labios, asegúrate que no haya sensación de prisa o presión en tu ser. Las preocupaciones agotan la mente, deprimen el espíritu y cansan el cuerpo. Deja aquello por lo que te preocupas tal y como es. Si te preocupas es porque crees que yo no puedo manejar tus cargas.

No te llenes de sufrimientos, no te preocupes por nada. Acude a mi y permite que yo tenga rinda suelta dentro de tu corazón. La victoria y el poder llegarán en la medida que cuentes conmigo. Tal vez no sea fácil, la mayor parte de las veces, podría sentirse como si estuvieras arrancando algo de tu propia vida. Cuando regresas a mi recibes grandes bendiciones. No importa cual sea la naturaleza de tus necesidades, descansa en la seguridad que yo me puedo encargar de ellas completamente, sabiamente y amorosamente.

No sufrirás vergüenza alguna ni ningún enemigo triunfara sobre ti. Te has de mantener firme y fuerte y las apariencias externas no te afectarán. Estarás por encima de toda circunstancia al saber que yo soy omnipotente y que soy el poder que dirige toda la creación. Por lo tanto, no tengas temor porque yo estoy contigo. No mires con ansiedad en torno a ti porque yo soy tu Dios. Yo te fortaleceré y con seguridad te ayudaré. En verdad te digo, estarás en mi mano derecha victoriosa. Yo estoy obrando dentro de tu ser.

Mi promesa de paz nunca se ha de quebrar y la bondad y la misericordia te seguirán todos los días de tu vida. En mi gozas de perfecta paz, no hay confusión, duda ni preocupación. Los problemas y las luchas del mundo no tienen poder sobre ti porque yo soy quien te sostiene. Yo soy tu alivio y consuelo, no hay nada que pueda perturbar la calma ni la paz de tu ser porque mi amor te llena con la paz que va mas allá de todo discernimiento.