15 de diciembre de 2008

Dios te habla... (parte 1)



Te invito a que te sientes aquí conmigo y medites en la quietud de tu ser, permite que tu alma descanse serenamente, deja atrás tus problemas y preocupaciones. Escucha mi vos amorosa, regocíjate en confiarme toda tu existencia y yo te colmaré con todo bien. Permite que yo esté completamente a cargo. Ten presente que cuando me entregas todas tus preocupaciones, yo las recibo con amor y con infinita compresión. Yo te aseguro que para cada problema yo soy la solución, para cada necesidad yo soy la provisión, para cada plegaria yo soy la respuesta.

Suelta y deja ir. Confía en mi desde lo mas profundo de tu alma, ten la seguridad que aquellas cosas que me has encomendado yo las puedo lograr. Abrete a recibir un caudal de vida, un caudal de amor, un caudal de sabiduría. Salud perfecta y paz mental. Porque bienaventurados son aquellos que creen aun si haber visto. Yo Soy Dios el Altísimo que está en medio de vosotros. Al estar conciente de mi presencia, habrá armonía en los más íntimos detalles de tu existencia. Nada se me olvidará. Hasta las cosas más difíciles se han de resolver, dentro de un plan divino y perfecto.

Clama a mi y te responderé. Tu llorarás y yo diré, aquí estoy. Pídeme que yo acuda y te quite el miedo o alguna condición en particular y yo lo haré. Yo soy el consuelo de los acongojados, yo respondo a tu llamada y escucho tus suspiros. Yo te guío en justicia y hago que tu camino sea recto. Yo te consolare y remplazare tus sufrimientos con alegría, porque mi Espíritu que mora en ti es mayor que cualquier circunstancia en tu vida. Permíteme ungirte con mi luz, deja que mi rostro te envuelva.

Yo soy la respuesta a tus suplicas, ciertamente con alegría saldrás y tendrás paz. Mi amor elimina toda expresión de esfuerzo de tu rostro y suaviza tus arrugas convirtiéndolas en frescura y felicidad. Mi gozo lava todo sufrimiento y pesadumbre de tu existencia. Yo seco toda lagrima, remuevo todo error, me olvido de tus faltas en el pasado, estas sin mancha o imperfección. Mirad, yo soy el purificador, yo soy el consuelo sagrado, yo soy tu ayuda. Soy yo quien sostiene tu vida. Si necesitas claridad de pensamiento en cuanto a lo que debes o no debes hacer, deja a un lado todo tipo de ansiedad. Declara en silencio que mi sabiduría es tu guía y que mi amor por la armonía es el principio que rige en tu vida.

No hay comentarios.: