19 de diciembre de 2008

Dios te habla... (parte 3)



Necesitas mi guía para resolver algún problema hoy? Comprométete conmigo y entrégame toda necesidad. Yo calcularé con precisión cada circunstancia, ni un minuto mas ni un minuto menos. Porque eres uno conmigo y uno con toda sabiduría. La plenitud de la sabiduría y el conocimiento infinito son tuyos. Eres sabio porque mi sabiduría está en ti. Tu sabrás cual camino debes tomar. Aquiétate en ese gran amor que aun no conoces, en la presencia de gozo de la cual aun no tienes idea. Yo estoy creciendo en tu alma y tu curación ha comenzado. Yo llego, tu no sabes cuando, solo confía.

Prueba tu fe, lo más profundo de tu deseo y párate con firmeza sin que haya duda alguna en tu mente de que yo estoy trabajando en ti. Yo hago que las cosas sucedan, suelta y deja ir desde lo más profundo de tu ser y yo aliviaré hasta el ultimo dolor y esfuerzo en tu vida. Mi curación es sencilla, pura y verdadera, sin importar su manifestación. Espera por mi en la quietud de tu ser, porque esto es amor. No que tu me hayas amado sino que yo te amo a ti.

Yo camino a tu lado, me siento contigo y descanso en tu corazón. Estoy en tu mente, en tu conciencia, estoy aquí en tus brazos hasta la punta de tus dedos. Sientes mi presencia? Estoy contigo, voy delante de ti enderezando los caminos. Nunca te abandonaré, cuenta conmigo, inclusive rétame ahora mismo a que yo abra las puertas de los cielos y derrame sobre ti una bendición. Cuando yo vierta sobre ti mi bendición, no habrá espacio suficiente para contenerla.

Considera los cuervos que ni siembran ni siegan, ni tienen almacenes ni graneros y yo los alimento. Cuanto mas vales tú que las aves. Yo el Señor tu Dios velo por ti, yo soy Dios Todopoderoso, yo soy todo el Dios que necesitas. Cuando con sinceridad y de todo corazón permites que yo asuma el control, recibes la revelación que yo soy absoluta suficiencia. Cuando yo me convierto en una valiosa realidad para ti, encuentras que yo soy todo lo que deseas. Te saciaré a plenitud.

Yo soy tu refugio y fortaleza. Una ayuda real en momentos de adversidad. Soy tu seguridad en momentos de necesidad. Estoy en medio de ti, no te fallaré ni te abandonaré, porque yo el Señor Dios omnipotente reino. No temas, se firme y verás la liberación que haré a tu favor. Estoy en medio de ti, nada puede perturbarte, yo te ayudaré, porque yo el Padre que mora dentro de ti realizo las obras. Yo tengo poder sobre todo. El mundo con toda su confusión de eventos externos, no tiene poder sobre mi, porque yo que estoy en ti, soy más grande que aquel que está en el mundo.

17 de diciembre de 2008

Dios te habla... (parte 2)



Yo te instruiré y te mostraré el camino. Yo te aconsejaré y velaré por ti. Yo te guiaré por senderos que no has conocido. Yo seré tu luz en medio de la tiniebla, yo haré rectos los caminos. Todas estas cosas yo haré por ti y no te abandonaré. Es mucho lo que puedes lograr cuando oras efectivamente. Cuando tu mente habita en mi, operas dentro de un area que no conoce delimitaciones humanas. Ahí sólo piensas en terminos del mayor bienestar.

No hay limitaciones o restricciones, solo hay plenitud. Nada es imposible para mi, y en la medida que estes unido a mi, nada será imposible para ti. El lugar donde te encuentras es tierra santa. A donde puedes escapar de mi Espiritu? Si bajaras a las profundidades de la tierra, alli estoy. Si andas en valles de sombras de muerte, alli estoy. No estas solo, no estas abandonado. Yo estoy donde tu estas. No tienes que buscar para encontrarme, yo no estoy perdido. Tu no estas perdido. No te he perdido. Sólo un mero susurro y contestaré tu llamada.

Yo soy Dios y te amo. Yo estoy aquí. Clama mi nombre y yo te salvaré. Yo escucho tu vos, yo te libero de tus enemigos y te ofrezco paz. Que no se turbe tu corazón, tampoco tengas miedo, porque yo soy el Señor tu Dios. Ven a mi con fe y entregame tus cargas y preocupaciones. Dejame limpiar tu corazón y te liberaré de duda y temor. A veces pudieras sentirte debil e incapaz de enfrentarte a la vida y sus responsabilidades. Piensas que llevas unas cargas que son muy pesadas para ti. Será que no has escuchado mi mandato? Esfuerzate y cobra animo, no temas ni desmayes, porque yo estoy contigo donde quiera que estes.

Llama y yo te contestare y te hablaré de grandes cosas, de las cuales aun no sabes. Porque todo lo que pidas en oración, creyendo que lo recibes, lo recibiras. Yo estoy contigo y estare contigo, inclusive hasta el final de los tiempos. Rinde tus cargas a mis pies, suelta tus preocupaciones, teniendo la seguridad que el bien está encarnado en ti y envuelve todo tu ser. Espera por mi en el silencio, asi conoceras mi divina presencia. Aquietate ante mi para que estes conciente de mi amor. Aquietarse va mas alla de simplemente cesar toda actividad. Significa calmar tu mente, tu cuerpo y tu espiritu, para que puedas sentir mi presencia. Estoy cerca de ti, mas cerca que tus manos o tus pies, mas cerca que tu aliento. Estad quietos y conoced que yo soy Dios.

15 de diciembre de 2008

Dios te habla... (parte 1)



Te invito a que te sientes aquí conmigo y medites en la quietud de tu ser, permite que tu alma descanse serenamente, deja atrás tus problemas y preocupaciones. Escucha mi vos amorosa, regocíjate en confiarme toda tu existencia y yo te colmaré con todo bien. Permite que yo esté completamente a cargo. Ten presente que cuando me entregas todas tus preocupaciones, yo las recibo con amor y con infinita compresión. Yo te aseguro que para cada problema yo soy la solución, para cada necesidad yo soy la provisión, para cada plegaria yo soy la respuesta.

Suelta y deja ir. Confía en mi desde lo mas profundo de tu alma, ten la seguridad que aquellas cosas que me has encomendado yo las puedo lograr. Abrete a recibir un caudal de vida, un caudal de amor, un caudal de sabiduría. Salud perfecta y paz mental. Porque bienaventurados son aquellos que creen aun si haber visto. Yo Soy Dios el Altísimo que está en medio de vosotros. Al estar conciente de mi presencia, habrá armonía en los más íntimos detalles de tu existencia. Nada se me olvidará. Hasta las cosas más difíciles se han de resolver, dentro de un plan divino y perfecto.

Clama a mi y te responderé. Tu llorarás y yo diré, aquí estoy. Pídeme que yo acuda y te quite el miedo o alguna condición en particular y yo lo haré. Yo soy el consuelo de los acongojados, yo respondo a tu llamada y escucho tus suspiros. Yo te guío en justicia y hago que tu camino sea recto. Yo te consolare y remplazare tus sufrimientos con alegría, porque mi Espíritu que mora en ti es mayor que cualquier circunstancia en tu vida. Permíteme ungirte con mi luz, deja que mi rostro te envuelva.

Yo soy la respuesta a tus suplicas, ciertamente con alegría saldrás y tendrás paz. Mi amor elimina toda expresión de esfuerzo de tu rostro y suaviza tus arrugas convirtiéndolas en frescura y felicidad. Mi gozo lava todo sufrimiento y pesadumbre de tu existencia. Yo seco toda lagrima, remuevo todo error, me olvido de tus faltas en el pasado, estas sin mancha o imperfección. Mirad, yo soy el purificador, yo soy el consuelo sagrado, yo soy tu ayuda. Soy yo quien sostiene tu vida. Si necesitas claridad de pensamiento en cuanto a lo que debes o no debes hacer, deja a un lado todo tipo de ansiedad. Declara en silencio que mi sabiduría es tu guía y que mi amor por la armonía es el principio que rige en tu vida.

Pregón para una Navidad



Pablo García Rubio, España

En este período de Navidades, como en las diferentes épocas del año, las noticias con las que nos inundan los periódicos, las televisiones y todos los medios de comunicación son escalofriantes. Sólo se habla de asesinatos de la ETA, de los terroristas de Al-Qaeda, de recesiones económicas, que son la otra cara del terrorismo puro, de la violencia machista, que parece no tener fin, de las enfermedades diversas, del cólera que está azotando y produciendo muertes a cientos de personas en Zimbabwe, desde donde se extiende a otros países africanos. Por otro lado, como si no pasará nada en el mundo nos preparamos para festejar las “navidades”.

Cuentan, pues yo no lo he visto, que allí donde nació Jesús en Belén han construido una Basílica, llamada de la Natividad, que produce pingües ganancias a los franciscanos encargados de su custodia y de mostrarla a los ingenuos turistas que sueñan ver el lugar exacto donde nació Jesús, convirtiendo este lugar “santo”, en una visita de adoración no al Dios- Niño sino al habitáculo, que según afirman sus propietarios es el lugar exacto de su nacimiento. Todo esto viene a cuento, porque la entrada a la Basílica se hacía a través de una puertecilla de sólo un metro veinte de altura por la que sólo podían entrar los niños sin agacharse. Esta puerta se construyó en la Edad Media para evitar que los jenízaros pudieran penetrar en el templo a caballo, aterrando y descabezando a los asistentes en el recinto. Sabemos que este lugar no corresponde a la realidad histórica del hecho, pero tiene para mí un significado o por lo menos así lo he querido yo ver que a Dios sólo se puede llegar de dos maneras: o siendo niño o agachándose mucho. No empinándose, sino inclinándose. No estirándose, sino empequeñeciéndose.

Este pensamiento me llevó a descubrir: si Dios no pudo acercarse a los hombres sino por el camino de hacerse pequeño, ¿podrán los hombres acercarse a Dios por distinto sendero? Por eso la Navidad es, ante todo, un misterio de infancia. Por eso es tan maravillosa. Por eso sólo puede hablarse de ella dejando al niño la palabra al niño que uno fue.

Pero hemos crecido demasiado. Dicen que ser niño es vivir en la ignorancia. Y tal vez sea cierto. De pequeños, por ejemplo, creíamos que los árboles más altos tocaban con sus ramas el cielo. Ahora- sabios- ya hemos descubierto que el cielo está infinitamente lejos de nosotros. Y sabemos también cuánto más preferible era aquella ignorancia que esta ciencia.

¿Dónde queda, en verdad, el chiquillo que fuimos? Hemos crecido, hemos engordado, nos hemos ido llenando de grasas y sebo, nos hemos amordazados con títulos y premios, nos hemos subido en el escabel de la importancia, hemos hecho ilustrísimas tarjetas de visita, aprendimos ya a manejar las tarjetas de crédito, ya somos mujeres y hombres, al fin somos adultos, hemos dejado atrás la leche y los tartamudeos.

Y henos aquí, aterrados ante el mundo y la vida, mirando hacia ETA, Afganistán, Irak o Irán con los ojos enfebrecidos con que el jugador de ruleta persigue los giros de la bola que puede abrir las puertas del cielo o de la guerra. Ya veis: hasta la esperanza se ha avinagrado y prostituido en nuestras manos, volviéndose vacilante y neurótica.

¿Habéis visto cómo esperan los niños la Navidad? No pueden aguantar ya la espera, arden sus ojos y sus almas, pero su espera no es torturadora, sus miradas se encienden, pero no vuelven vidriosos sus ojos. ¿Sabéis por qué? Porque los niños nunca se preguntan si el día de Navidad es hermoso o feo, magnífico o terrible. Ellos saben que lo que viene es incuestionablemente hermoso. Lo único que ignoran es qué clase de hermosura tendrá lo que va a llegar. La suya es una esperanza gozosa porque es cierta. Los niños saben que son amados. Por eso los niños viven en la alegría, mientras nosotros braceamos por ella. A los niños basta un rayo de sol para alegrarles. Pero hace falta todo un sol para que el corazón helado de un adulto pueda deshelarse.

El hombre no sabe esperar. Y espera, además, lo que no debe. Por eso no entendimos a Dios cuando vino. Esperábamos ver en sus manos el poder y vimos la pobreza. Esperábamos la cólera destructora y vino la misericordia. Esperábamos misteriosas revelaciones y vino un pedacito de carne que, con muchos esfuerzos, aprendió a decir papá y mamá.

Y es que –ya veis qué loco- Dios quería ser amado. Y sabía muy bien que los hombres no sabemos amar una cosa a menos que podamos rodearla con los brazos. Y al Dios de los ejércitos podíamos temerle. Al Dios de los filósofos podíamos admirarle. Sólo le amaríamos si se hacía bebé. Por eso la Navidad es vértigo, desconcierto, exceso y desbordamiento. Por eso la Navidad viene a quitarnos las caretas de importancia con las que, a lo largo de la vida, nos hemos ido disfrazando.

Porque -¡aleluya, aleluya!- la infancia es inmortal; al niño que fuimos puede arrinconársele, amordazársele, cloroformizársele. Matarle, no. Y el niño que hemos sido está aún ahí, dentro de nosotros, encerrado entre nuestros títulos y tarjetas de crédito, amordazado por nuestra experiencia, pero vivo. No se resigna a morir, grita, patalea dentro de nosotros. Las esquirlas de amor que aún, a veces, nos salen del alma son esos gritos y esos pataleos. Dostoievski decía que “el hombre que guarda muchos recuerdos de su infancia, ése está salvado para siempre”. Y así es cómo nosotros estamos salvados en la medida en que la Navidad pueda resucitar al chiquillo que fuimos. Estos son días para descubrir cuán locos estamos, para aprender que la experiencia es sólo una señora que nos da un peine cuando ya estamos calvos, y que es mucho mejor un pelo despeinado que un peine sin porqué ni para qué. Días para descubrir que el agua vale más que las tarjetas de crédito, que un poeta es más útil que un político, que un niño es más importante que un emperador, que la fe es la mejor lotería, que un brasero y amor en torno a él debería cotizarse altísimo en Bolsa.

Por eso en esta Navidad del 2008, en la que el mundo tiembla de hambre y de guerra, de crisis económica y paro, en esta tierra nuestra que está casi olvidando ya el sabor de la esperanza, la Navidad y el pequeño Dios vienen a despertarnos de tanto miedo y a enseñarnos a mirar la vida con los ojos con los que hace años esperábamos la Navidad.

Todo lo que en Adviento se nos ha dicho y prometido se ha cumplido ya. Los ángeles lo anuncian y los pastores lo proclaman, Cristo ha venido al mundo para traer su paz, esperanza y amor para todos los hombres. ¿Se unirá la Iglesia a este canto triunfal de los ángeles o continuará su sopor, sin enterarse? ¿Irá corriendo con los niños llenos de esperanza a adorar al Dios nacido y a proclamar la Buena Nueva de salvación para todos los hombres? Nuestro pregón ha sido ya lanzado, ¿quién lo oirá?...

Barcelona, Navidad del 2008

Pablo García Rubio (Publicado en Església Evangèlica de Catalunya)

9 de diciembre de 2008

Qué sucedería si Dios?



Qué sucedería si Dios ...
instalara un contestador telefónico automático en el cielo?
Imagínate orando y escuchando el siguiente mensaje:

Gracias por llamar a la Casa de mi Padre. Por favor selecciona una de estas opciones:
Presiona 1 para peticiones. Presiona 2 para acciones de gracias. Presiona 3 para quejas. Presiona 4 para cualquier otro asunto.

Imagínate que Dios usara esta conocida excusa:


De momento todos nuestros ángeles están ocupados, atendiendo a otros clientes. Por favor manténgase orando en la línea, su llamada será atendida en el orden que fue recibida...


¿Te imaginas obteniendo este tipo de respuestas cuando llames a Dios en tu oración?:


Si deseas hablar con Gabriel, presiona 5. Con Miguel, presiona 6. Con cualquier otro ángel, presiona 7. Si deseas que el Rey David te cante un Salmo, presiona 8.

Si deseas obtener respuestas a preguntas necias sobre los dinosaurios, la edad de la Tierra, donde esta el Arca de Noe, por favor espérate a llegar al Cielo.

¿Te imaginas lo siguiente en tu oración?:
Nuestra computadora señala que ya llamaste hoy. Por favor despeja la línea para otros que también quieren orar...

O bien:
Nuestras oficinas están cerradas por Semana Santa. Por favor, vuelve a llamar el Lunes.

Gracias a Dios que esto no sucede...
Gracias a Dios que le puedes llamar en oración cuantas veces necesites...

Gracias a Dios que a la primera llamada, Él siempre te contesta...
Gracias a Dios porque la línea de Jesús nunca esta ocupada... Gracias a Dios que El nos responde y nos conoce por nuestro nombre... Gracias a Dios que El conoce nuestras necesidades antes de que se las manifestemos... Gracias a Dios porque de nosotros depende llamarle en oración... Gracias a Dios por leer este mensaje...

Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

www.renuevodeplenitud.com

6 de diciembre de 2008

Por qué habriamos de preocuparnos?



La creación de Dios sigue adelante con la constancia de siempre,
no deja de girar, de dar vueltas, de amanecer y oscurecer.
No cuestiona ni se afana ni titubea,
pues tiene la certeza de que Dios es amo y Señor de todo.

3 de diciembre de 2008

Throughout History, the sincere scientists and objectives have admitted the existence of God!



True science admits the existence of God, and the true scientists know that there is Something, Somebody, some Planner, a Designer behind everything. Like the Dr. Steiner, the maximum world-wide authority in the study of the human cell, that said: " After 30 years to study the human cell I cannot but marvel itself before the Divine Creator designed who it! " Or like James Clerk Maxwell, the Scottish scientific genius, and Lord Kelvin, the English that the absolute thermometric scale invented, who declared: " Science is incapable to explain that the matter has appeared from nada" ; and " we must pause to contemplate to face to face the mystery and the miracle of the creation of the beings vivientes". Or Sir William Herschel, the German astronomer discoverer of the planet Uranus, that said: " It seems every time that all the human discoveries have the unique intention to confirm, with greater force, the veracity of the Sagradas Scriptures! " At present God is giving to the man more and more evidences him of Its existence through the wonders of Its Creation, and everything what we see teaches to us to believe more in the Creator with respect to everything what we have not seen!



La ciencia verdadera admite la existencia de Dios, y los verdaderos científicos saben que hay Algo, Alguien, algún Planificador, un Diseñador detrás de todo. Como el Dr. Steiner, la máxima autoridad mundial en el estudio de la célula humana, quien dijo: "¡Después de 30 años de estudiar la célula humana no puedo sino maravillarme ante el Divino Creador que la diseñó!" O como James Clerk Maxwell, el genio científico escocés, y Lord Kelvin, el inglés que inventó la escala termométrica absoluta, quienes declararon: "La ciencia es incapaz de explicar que la materia haya aparecido a partir de la nada"; y "debemos detenernos para contemplar cara a cara el misterio y el milagro de la creación de los seres vivientes". O Sir William Herschel, el astrónomo alemán descubridor del planeta Urano, quien dijo: "¡Parece que todos los descubrimientos humanos tienen el único propósito de confirmar, cada vez con mayor fuerza, la veracidad de las Sagradas Escrituras!" En la actualidad Dios le está dando al hombre más y más evidencias de Su existencia a través de las maravillas de Su Creación, ¡y todo lo que vemos nos enseña a creer más en el Creador con respecto a todo aquello que no hemos visto!

www.lafamilia.org

Libre y feliz!


www.arteparajesus.blogspot.com