5 de marzo de 2009

Dios te habla... (parte 7)



Yo sosiego y acallo tu alma. Hoy toma tus cargas y preocupaciones y ven ante mi. Al entregarme todas tus necesidades, tus problemas, tus sufrimientos, yo te daré paz. Cuando pidas mi ayuda descansa en la certeza de que mi ayuda has de recibir. No hagas planes, continua con fe. Obra y vive serenamente en la seguridad de mi amor por ti.

A ti se te ha dado todo poder por lo tanto deja de confiar en el hombre cuyo aliento está en su nariz. No confíes ni tengas fe en principados, sin importar su rango o su poder, no hay poder alguno fuera de ti, no tengas miedo, porque la maldad del hombre no es mas poderosa que el hombre en si. Toda maldad es autodestructiva, sólo destruye al que la concibió pero nunca destruye aquel a quien es dirigida.

Mi amor es la respuesta a toda necesidad y la provisión en cualquier apariencia de escasez. Mi amor ha de llenar los vacíos en tu vida, cuando pongas tus deseos sinceros de amor, paz y gozo bajo mis alas. Mi espíritu saciará lo que has añorado profundamente, solo tienes que pedirlo desde lo mas profundo de tu corazón y así lo haré. El fuego de mi amor derrite situaciones que parecen imposibles.

Todo lo que quieras hacer perfecto entrégamelo a mi, lo que quieras hacer puro elévalo hasta mi, dámelo todo a mi. Aquello a lo que se renuncia no se pierde, nada se pierde en el espíritu. Muchas veces tu tratas de resolver los problemas por ti mismo en vez de traerlos a mi en oración. Yo te he dado el remedio para curar toda preocupación y darte paz y ese remedio es la oración. No te preocupes, mas bien presenta tus peticiones delante de mi en toda oración y ruego con acción de gracias.

Con amor fervoroso entrégate a mi de manera que el espíritu de Cristo pueda reinar en tu alma porque tus andanzas yo he contado, tus lagrimas has puesto delante de mi y tu vida está escrita en mi libro. No temas, no llegues a pensar que puedes estar a cargo de la travesía de tu alma a lo largo de la vida eterna. Yo pondré mis ángeles a cargo de ti para que te protejan en todo momento.

1 comentario:

Ana María Fabio / Araunapeka dijo...

vine a saludarte, vine a dejarte mi cariño y mi admiración. Y me encuentro con tu escrito, lleno de palabras de aliento y fortaleza. Vine para decirte que Dios te bendiga, y me voy yo muy bendecida de estar aqui.
Un abrazo hermana, amiga. Nos vemos pronto.