7 de julio de 2010

amar y ser amados



Todos llevamos dentro, muy adentro, en lo más hondo de nuestro ser, dos ansias incontenibles: el ansia de amar y, más aún, el ansia de ser amados. Somos AMOR porque Dios, que es amor, nos ha hecho semejantes a Él y, más que nada, nos ha hecho semejantes a Él en el amor.

El amor es sentimiento y es donación. Es conquista, es entrega y es posesión. Y todo eso junto, al ser disfrutado, crea en la persona una satisfacción tan especial, tan honda y única, que puede ciertamente sentirse, experimentarse y gozarse, pero resulta imposible quererla explicar.

Jesucristo dijo de Sí mismo que, al ser levantado de la tierra en la cruz, atraería todas las miradas y todos los corazones hacia Sí. Además, no se avergonzó de manifestar sus ansias de amor, cuando dijo a los apóstoles, horas antes de morir: - ¡Permaneced en mi amor!... (Juan 15,9) Jesucristo daba amor, al morir por todos. Pedía amor, en justa correspondencia. Y aseguraba que tendría amor, que sería un verdadero conquistador de corazones...

Amar es un compromiso serio. ¿A quién amamos? ¿Cómo hemos de amar? ¿De qué manera hay que manifestar el amor del corazón?...

Al formular estas preguntas, nuestra imaginación y nuestro pensamiento se encaminan por muchas direcciones, todas buenas, todas legítimas. Porque hablamos de los amores más puros que pueden existir. Podríamos hablar de esos amores humanos tan bellos y tan necesarios. Pero ahora dirigimos la mirada solamente a Dios, que es el que garantiza la legitimidad de todos esos amores.

Amar a Dios, a quien no se ve, parece que puede ser una cosa difícil. Mejor dicho, parece que puede ser algo real, sí, pero que nunca llegará a ilusionarnos, porque no sentimos nada. Decirle a Dios: ¡Te amo! ¡Te quiero!, puede dejarnos indiferentes y hasta fríos... Pero, no. Amar directamente a Dios es una experiencia mística propia de todo cristiano. Le decimos a Dios ese ¡Te amo! y se nos esponja el corazón.

Porque ese amor no nos nace espontáneamente a nosotros. Es algo que nos viene del mismo Dios. Seríamos incapaces de hacerlo por nuestra cuenta, si el Espíritu Santo no nos pusiera ese sentimiento en el corazón, y no fuera Él quien nos dictara esas palabras. Nuestra oración puede consistir en muchas expresiones del alma que habla con Dios. Todas son buenas y todas nos santifican. Pero la oración alcanza las alturas más subidas cuando el alma se derrama ante Dios exteriorizando lo que el Espíritu Santo nos dicta como lo más sublime que podemos decir: ¡Dios mío, te amo!... ¡Jesús, te quiero!...

Este amor directo a Dios no roba nada a los otros amores. Al revés, los purifica, los hace mucho más auténticos, los asegura convirtiéndolos en permanentes. El amor, todo amor legítimo, viene de Dios y lleva a Dios. El amor, entonces, informa la vida entera. Y nos hace eso: amadores y amados. Total, como Jesucristo, como el mismo Dios. Fuente: Riial

Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Dt. 6:5

A los que me aman, les correspondo; a los que me buscan, me doy a conocer. Pr. 8:17

Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado. Rom. 5:5

Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios. Efesios 3:17-19

Si alguien reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. 1 Juan 4:15-16

3 comentarios:

Miguel RGZ dijo...

Hola hermana , sabes tu blog es inspirante , todos los textos que aqui recopilas son extremadamente utiles por que me ayudan a seguir fiel en el camino de Jesus.

quisiera COmentarte que tu articulo "Maneras de vivir en amor con su pareja"
Nos ha sido muy util a mi novia a mi que a pesar de ser 2 adolescentes Profundamente enamorados el uno del otro al llevar algunos de estos pasos en practica nuestra relacion ha mejorado un poco :D

Gracias por tus palabras

D.T.B.M. !!!!

Maritza dijo...

Miguel, me alegra mucho lo que me cuentas. El Señor te continue bendiciendo! Un abrazo!

Anónimo dijo...

Solo espero que el Señor siga haciendo su obra en mi, para que de verdad el dia de mañana pueda amar de Corazón y todos lo puedan ver en mi y que se enteren que el amor de Dios esta siempre iluninando mi corazón y brillando en mi rostro.