25 de junio de 2010

Vendrá la alegría



Hay personas que anhelan que llegue la noche para ir a descansar, otros quisieran evitarla porque es el momento en que están solos y vienen a su mente pensamientos que los atormenta.

La noche es sinónimo de oscuridad, final del día, donde mora el silencio, donde todo cesa. La noche es linda, cuando tiene estrellas, cuando la luna está en todo su esplendor. Pero qué de esas noches sin luna y sin estrellas, todo alrededor toma otra apariencia. Porque sólo hay oscuridad y hasta puede provocar miedo, porque no distinguimos lo que hay a nuestro alrededor.

Sabes, allí en esa oscuridad de tu vida, donde piensas que la noche se alarga y alarga y no termina, entonces viene el lloro, el lamento, la tristeza. El lloro por la enfermedad (porque sientes que ya no puedes más), el lloro por tus fracasos por tus frustraciones porque tratas y tratas y como que no avanzas en eso que quieres y anhelas, no pasas de la orilla y te lamentas. El lloro porque te sientes solo o sola, piensas que nada ni nadie entienden tus luchas, tu situación. El lloro por tu necesidad por esa necesidad que no ha sido suplida en tu vida. El lloro por no entender lo que pasa a tu alrededor o dentro de ti. El lloro por ese problema que te agobia y oprime porque no le ves solución ni salida. El lloro por esa hija o hijo rebelde o apartado, por ese esposo o esposa, por esa madre o padre o por otro ser querido que te preocupa, pero es de noche y no ves con claridad. Y en tu lamentación y lloro te vence el cansancio por tanto pelear, por tanto esperar, por tanto llorar.

Te duermes sumergido en tu situación, en tu conformismo, te duermes en el sueño de tu pobreza física, emocional o espiritual, te duermes en el sueño de la derrota. Sí, dices: ¿Qué voy hacer?, ya nada puedo hacer…claro nosotros nada podemos hacer, el que hace todo es Él, Él con Su poder. Pero en esa noche tan oscura, tan llorada, tan agotadora, extenuante, Dios quiere consolarte, pero no lo escuchas… Sólo oyes tu lamento, tus gritos, tus reclamos, hasta dormirte en tu baño de lágrimas, de dolor.

Pero ¿Sabes algo? Yo tengo noticias para ti, ya amaneció, ya es de día, ya se fueron las tinieblas, y quizás dices: ¿Y? Bueno que en la Palabra de Dios dice: A la mañana vendrá la alegría. Ya la noche pasó, no más oscuridad en tu vida, ahora hay luz, hay claridad, ya puedes ver mejor las cosas a tu alrededor, no más temor, no más frustración, no más lloro, no más lamento…porque viene la alegría, viene Su gozo. Dice en Su Palabra que el gozo del Señor mi fortaleza es, en Su gozo ÉL nos fortalece, viene Su misericordia en tu vida; porque son nuevas cada mañana, son frescas o sea que esa mañana está cargada, repleta de bendiciones para ti. Ese sentimiento de derrota se va, porque el día trae energía, vitalidad, salud para ti, paz…

Ya amaneció, pero lamentablemente hay algunos que no se dan por enterados, es de día pero ellos todavía están en ese sueño de lamentos y lloro… pero yo te digo: ¡Despierta! Hay gozo para ti, hay victoria para ti, hay salud para ti, Él te suple, te bendice, te llena, Él contesta esa petición, El resuelve ese problema o dificultad, Él liberta a ese ser querido que está atado…

¡Despierta! , ya pasó la noche, la tristeza, el dolor….. No importa cuan larga, tediosa, angustiosa, horrible haya sido la noche, disfruta la mañana que te da el Señor, llena de Su alegría… En la mañana además de venir la alegría, con fortaleza, llena de Su misericordia, también está llena de rocío. Como el rocío desciende sobre la hierba y no queda ni un solo rinconcito que no sea mojado o empapado por el, así Dios a través de su Santo Espíritu quiere impregnarnos de Su poder, de Su presencia, para refrescar tu vida. El Señor busca saturar todo nuestro ser con el rocío del cielo...

¿Todavía es de noche en tu vida? Estás sumergido en ese sueño tormentoso… Quizás porque no has abierto tus ojos para ver que ya la mañana llegó, ya amaneció, así que despierta y recibe la alegría, la fortaleza, Su misericordia y el rocío del Señor.

“Por la noche durará el lloro y a la mañana vendrá la alegría”. “Has cambiado mi lamento en baile, desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría”. Salmo 30:5;11

Fuente: el alma dulce

23 de junio de 2010

La verdadera felicidad


Dios mío, tú eres mi Dios.
Con ansias te busco
desde que amanece,
como quien busca una fuente
en el más ardiente desierto.

¡Quiero verte en tu santuario,
y contemplar tu poder y tu grandeza!
Más que vivir,
prefiero que me ames.
Te alabaré con mis labios.
¡Mientras viva te alabaré!

¡Alzaré mis manos para alabarte!
¡Con mis labios te alabaré
y daré gritos de alegría!
¡Eso me dejará más satisfecho
que la comida más deliciosa!

Me acuesto y me acuerdo de ti;
durante toda la noche
estás en mi pensamiento.
¡Tú eres quien me ayuda!
¡Soy feliz bajo tu protección!
¡A ti me entrego por completo,
porque tu gran poder es mi apoyo!

Salmo 63 (Traducción en lenguaje actual)

22 de junio de 2010

Dulce Oración



Dulce rincón
Que revela tu faz
Hermosa oración
Donde inunda tu Paz.

Placer matutino
Que embriaga de Dios
Y vuelvo a ser niña
Cuando escucho tu voz

Preciosas noticias
recibo señor,
con tus caricias
Me lleno de amor.

Me trae el perdón
Envuelve mi ser
Cuan dulce oración
Donde vuelvo a nacer.

Poema de Patricia Olivera

6 de junio de 2010

Tu Amor



Tu amor, Señor, llega hasta los cielos;
tu fidelidad alcanza las nubes.
Tu justicia es como las altas montañas;
tus juicios, como el gran océano.
Tú,
Señor, cuidas de hombres y animales;
¡cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor!
Todo ser humano halla refugio
a la sombra de tus alas.
Se sacian de la abundancia de tu casa;
les das a beber de tu río de deleites.
Porque en ti está la fuente de la vida,
y en tu luz podemos ver la luz. Salmo 36:5-9