19 de noviembre de 2007

Me hallan los que temprano me buscan (Pr. 8:17)


Deberías intentar orar un rato cada mañana, temprano, antes de comenzar tu jornada, pidiéndole al Señor ayuda, dirección y guía. ¡Apenas te levantes, antes que nada, habla con Dios! ¡Recibe Sus instrucciones para el día y te sorprenderás al ver que resuelve muchos problemas antes siquiera de que comience el día, si simplemente le escuchas!
¡Pero si te sumerges en todos tus problemas, preocupaciones y tareas cotidianas sin detenerte a hablar con el Señor y recibir Sus instrucciones, serás como un músico que quisiera dar un concierto antes de afinar su instrumento! ¡Comienza el día con la Palabra de Dios y la oración, y ponte primero en armonía con el Señor!
¡Jamás pienses que "orar es muy difícil", o que "no tienes tiempo de orar"! ¡Cuanto más cargado se presente el día, más razón tendrás para orar, y más tiempo deberías dedicarle! ¡Si pasas un poco más de tiempo en oración, descubrirás que después no te lleva tanto tiempo realizar tus tareas, porque si tu día se sostiene en la oración hay menos posibilidades de que sea un fracaso! ¡Es así de sencillo!
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8 de noviembre de 2007

Es maravilloso escuchar al Señor de manera directa y personal


Dios espera que Sus hijos, aquellos que le conocen personalmente y conocen Su voluntad y Su Palabra, se acerquen a Él de manera directa y personal, que se comuniquen con Él directamente y no a través de la fe o las oraciones de otra persona. ¡Es por esto que lo más importante que todo cristiano puede aprender --y que todo cristiano recién convertido debe aprender por sí mismo-- es obedecer a Dios y escuchar nuevas cosas de Él cada día!
Todos los días puedes escuchar a Dios, y todos los días deberías escucharle. No es necesario que sea en voz alta; no tiene que ser algo audible. Puede perfectamente ser esa voz apacible y delicada que sientes dentro de ti (1Reyes 19:12). A veces ni siquiera son palabras, sino una simple sensación. Dios no necesita comunicarse con palabras; puede sencillamente darte una sensación, una imagen o una idea. ¡Si de verdad crees, si quieres oír o ver algo y se lo pides al Señor, no quedarás defraudado! ¡Y lo que veas o escuches con los ojos u oídos de tu espíritu, será la voz del Señor! ¡Te alentará muchísimo!
Si de verdad quieres oírle, Él te hablará. Solo necesitas tener fe. ¡Si crees, Jesús habla en cualquier momento y lugar! ¡En cualquier momento en que lo creas!

Nacer de nuevo Juan Luis Guerra

6 de noviembre de 2007


El amor está en nuestro corazón; cada pensamiento, palabra y obra puede producir un milagro. Thich N. Hanh