31 de octubre de 2007

Orar es como respirar, como respirar constantemente el Espíritu Santo


No hace falta que te eches de rodillas al suelo para poder orar. Pues de hecho, en todo lo que haces deberías orar y tener "puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe." (Heb.12:2)
Orar es como respirar, como respirar constantemente el Espíritu Santo. ¡Manténte en todo momento en comunicación con el Señor, pensando en Él constantemente, y Él te ungirá y te guiará con Su Espíritu en todo lo que hagas! ¡Si oras por cada cosa que haces y le pides a Dios que te dé sabiduría, Él prometió que te la daría! (Stg.1:5)
El Señor puede ahorrarte un montón de trabajo, problemas y tiempo si oras antes de comenzar cualquier tarea. Ora y pídele al Señor que te ayude y te guíe, aunque sólo se trate de una palabra: "¡Jesús, ayúdame, por favor!" Puedes orar en una fracción de segundo y recibir la respuesta a tu oración enseguida, ¡pero si te apoyas en tu propia prudencia o en tu propia sabiduría tal vez cometas un error lamentable!
De modo que "¡ora sin cesar!" (1Tes.5:17) Consulta todo con el Señor, cada problema, cada decisión, y asegúrate de estar haciendo lo que Él quiera que hagas. "¡Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas!" (Pro.3:6)
www.lafamilia.org

22 de octubre de 2007

¡Nunca caminarás solo si tienes a Jesús en el corazón y te aferras a Su mano!


Con Jesús siempre tendrás compañía y amor. Donde sea que te encuentres estarás en Sus manos y Él cuidará de ti. Jesús es la única posesión que nunca tendrás que abandonar, dejar atrás ni perder. Puedes darlo a los demás tanto como quieras, y lo seguirás teniendo. Siempre estará cerca de ti (Mat.28:20; Heb.13:5).
Él siempre está presente. No es que el Señor a veces no esté; somos nosotros quienes a veces nos alejamos. A veces nos vamos tras otros afanes y lo dejamos a Él muy atrás. Pero Él nunca nos deja atrás a menos que no le sigamos... ¡es así de sencillo!
"¡Gustoso iré con Jesús por doquier. ¡Aquí o allá, mi dicha será estar con Él! Yo tengo por un gran honor llevar mi cruz. ¡Gustoso iré por doquier con Jesús!" "Si con voz apacible caminos desconocidos me pide recorrer, pondré mi mano en la Suya, diciendo: ‘¡Adonde quieras, iré!’"
Ven con nosotros, Señor. ¡Es lo mejor que podemos desear: que tú estés con nosotros a cada paso del camino, y que nosotros vayamos contigo a cada paso del camino!
www.lafamilia.org

1 de octubre de 2007

“Salió sin saber a donde iba” (Hebreos 11:8)


¿Alguna vez has hecho algo así? Si lo has hecho, no tiene sentido que alguien te pregunte, que estas haciendo. Tu no sabes lo que estás haciendo, lo único que sabes, es que Dios si lo sabe. ¿Le has preguntado a Dios que está haciendo? Nunca te lo dirá. Dios no te dice lo que va a hacer, el te revela lo que El es. ¿Crees en un Dios hacedor de milagros y sales confiado en El hasta el punto que no te sorprende un átomo nada de lo que El hace? Supongamos que Dios es tal cual tú sabes que es cuando estás cerca de El, si es así, ¿por qué preocuparte? Deja que la actitud de tu vida sea un continuo salir sin saber a donde vas en total dependencia de Dios.